10 recomendaciones para estar preparado para las alergias de primavera

La primavera está a la vuelta de la esquina, esa época en la que (como dice la canción) nos despedimos del abrigo y las ganas de salir a la calle empiezan a aumentar de forma considerable. En esta estación del año, por desgracia, es cuando más afectan las alergias estacionales, especialmente las que tienen que ver con el polen de gramíneas, árboles y diferentes plantas.

La alergia típica estacional se produce a finales de invierno y dura toda la primavera. El ambiente se llena de partículas de polen que desencadenan, para muchas personas, efectos negativos para el organismo, que se asemejan a los síntomas de una rinitis. Por ello, es importante saber a qué tenemos alergias, para poder tomar las medidas oportunas y no forzar a nuestro cuerpo a pasar malos ratos.

Entre los diferentes síntomas que caracterizan a una alergia de este tipo, podemos destacar los siguientes:

  • Estornudos repetidos, siendo en algunas ocasiones muy frecuentes.
  • Picor de nariz y/o garganta.
  • Congestión nasal y dificultades para respirar.
  • Secreción nasal.
  • Tos.
  • Picor y lagrimeo de ojos intenso.

Para intentar aminorar estos efectos, en este artículo queremos dar una serie de consejos que pueden ayudar a llevar mejor esta época de alergias que a muchas personas trae por el camino de la amargura.

Consejos para aminorar los efectos de la alergia estacional

Entre las diferentes medidas que se pueden tomar, hemos querido destacar las siguientes:

  • Identificar bien cuál es el agente causante:  La mayor parte de las alergias aparecen en primavera, por lo que el responsable suele ser el polen. Sin embargo, hay muchas clases de polen (gramíneas, coníferas, olivos, etc), de forma que es importante saber cuál es el que nos afecta.
  • Comer más pescado: Los pescados azules son ricos en ácidos grasos omega-3, que sirven para paliar los efectos de las alergias.
  • Aumenta la vitamina C: Los alimentos ricos en esta vitamina tienen efectos antihistamínicos.
  • Intentar no tener contacto directo con el polen. Para ello, es importante tomar algunas medidas como puede ser ponerse gafas de sol, que ayudará a que éstos no sufran.
  • Ventilar la casa a media mañana, evitando hacerlo demasiado temprano o por la noche, que es cuando más niveles de polen hay en la atmósfera.
  • Evitar hacer deporte en lugares con mucha vegetación.
  • Lavarse bien la cara y las manos al llegar a casa, para eliminar las partículas que pudieran causar la alergia.
  • Tomar medicamentos antihistamínicos, siempre bajo supervisión médica y controlando bien las dosis.
  • Poner filtros al aire acondicionado, tanto el de nuestra casa como el del coche.
  • Cambiarse de ropa al llegar a casa y ducharse siempre que sea posible.