Fascitis Plantar: Qué es, causas y tratamiento

Muchos hemos sufrido de dolor en los pies, bien por lesión haciendo algún deporte, por golpe o por una caída. Una lesión muy popular, sobretodo en deportistas tanto profesionales como en aficionados es la llamada Fascitis Plantar o inflamación de la fascia plantar.

La fascitis plantar sucede cuando el ligamento fibroso de la fascia plantar a lo largo de la parte inferior del pie provoca desgarros en los tejidos lo que produce dolor e inflamación.

El dolor de la fascitis plantar generalmente se encuentra cerca de donde la fascia se une al hueso del talón. Aunque el dolor puede empezar a desarrollarse en la parte interna del tobillo y deslizándose progresivamente hacia la planta y talón.

Las causas más comunes de la fascitis plantar pueden tener un origen multifactorial ya que depende en gran medida de factores ambientales, posturales e incluso genéticos. A continuación os ofrecemos un listado de las causas más comunes en las que puede darse la fascitis plantar:

  • Sobrecarga de actividad física o ejercicio: La fascia plantar es como una goma elástica que se estira y se contrae con el movimiento, absorbe el peso y también la presión. Los atletas y deportistas en general son propensos a padecer este tipo de dolencia muscular en los pies por lo que provocar el esfuerzo repetitivo o excesivo del tejido puede conllevar a desgarros e inflamaciones.
  • Retracción del tendón de Aquiles: Tener los pies planos o pronadores o una alteración de la marcha, puede ocasionar daños en el tejido fascial ya que está con un exceso de trabajo continuo además de con un estiramiento de la fascia anormal, por ello, este tipo de condiciones dan lugar a desgarros y por lo tanto a la inflamación.
  • Enfermedades concominantes: Como es el caso de la artritis o la diabetes e incluso la gota pueden llevar a un desgaste excesivo, inflamación y deterioro general de la fascia plantar entre otros.
  • Mal calzado: Llevar de manera contínua y diaria un calzado inadecuado para nuestros pies puede general malformaciones y la aparición de este tipo de dolencias. Es importante escuchar a nuestros pies y darles lo que necesitan. Hacernos un estudio de la pisada, revisar la forma de nuestros pies y la densidad de nuestros huesos así como su largarie de nuestras piernas (telemetria) puede prevenir problemas serios en los pies.

Los síntomas más comunes cuando una persona sufre de fascitis plantar es el dolor intenso en la planta del pie, desde el centro hacia el talón, desde talón hacia el centro o desde el talón hacia los laterales impidiendo, en numerosas ocasiones, apoyar el pie o andar con normalidad. La sensación más común suele ser ardor o punzadas de dolor en el talón del pie. El dolor generalmente disminuye a medida que el tejido se calienta bien estando en reposo y aplicando frío y calor, pero puede regresar de nuevo después de estar largos períodos de pie, de actividad física, o al levantarse después de haber estado sentado un buen rato.

Para tratar la fascitis plantar es muy importante el reposo y el no hacer ningún tipo de esfuerzo para que el tendón no sufra y la inflamación baje además de hacer contrastes de calor y frío mediante baños de agua templada/caliente a fría. La aplicación de hielo para bajar la inflamación es fundamental así como el practicar una serie de estiramientos para perder esa rigidez además de hacer ejercicios de fortalecimiento de la zona dañada.

Un consejo es acudir al podólogo para que diagnostique el grado de afectación y después ser tratado por un fisioterapeuta deportivo a ser posible ya que el tratamiento será mucho más específico y empleará técnicas más rigurosas. Siguiendo estas pautas y las que su podólogo le indique la fascitis plantar desaparecería en alrededor de 2 -3 semanas de tratamiento y sin hacer, como hemos nombrado, esfuerzos.