¿Ser o no ser autónomo? E ahí la gran pregunta

¿Ser o no ser autónomo? E ahí la gran pregunta

 

Hoy en día encontrar trabajo supone una tarea ardua y complicada. Muchos somos los que a día de hoy hemos tenido que buscarnos el pan y el sustento de otras maneras, muchos marchándose a otro país y otros comenzando una aventura emprendedora para lo que se ha requerido previamente, convertirse en autónomo.

Ser autónomo o lo que es lo mismo ser un empresario individual, supone ser un trabajador por cuenta propia en el que no existe una organización en la que te integras (jefe y compañeros) pues ser autónomo implica ser empresario y trabajador al mismo tiempo y por lo tanto, la misma persona.

Si utilizas de forma jurídica tu propio nombre como nombre empresarial, supondrá que tus gastos y beneficios serán tuyos y para ti sin embargo, si hubiese algún tipo de deuda, serás tu el que responda con tus bienes a esa situación. Esta situación puede ser beneficiosa si tu sector empresarial es a pequeña escala pues los beneficios y gastos te serán rentables pero, sin embargo, si tu negocio creciese, lo más recomendable es cambiar tu razón social u organización y convertirla en una sociedad.

Como empresario individual supone llevar tu propia contabilidad y administración en cuanto a gastos, proveedores, clientes, tramitaciones, etc. realizarás actividades propias de administración y gestión, las cuales si no tienes conocimiento de ellas pueden resultar complicadas para lo que siempre es recomendable contar con un asesor para autónomos.

Si es cierto que ser autónomo es una de las maneras más sencillas y rápidas de dar de alta nuestro negocio y llevamos un mejor control económico de nuestros gastos e ingresos además de que supone un abaratamiento de los costes de asesoramiento pues supone un menor número de trámites legales y administrativos. Sin embargo, no existe una diferencia entre el patrimonio empresarial y el personal, que tal y como mencionábamos anteriormente, en caso de deuda a terceros, tus bienes serían la respuesta, además de que, si los ingresos aumentarán considerablemente, se pueden llegar a pagar muchos más impuestos que los de una sociedad. A partir de 45.000 euros de beneficio anual es conveniente crear una sociedad ya que sale mucho más rentable el pago de impuestos tributarios.

Es conveniente que antes de comenzar con cualquier labor empresarial y antes de darte de alta pienses detenidamente si deseas hacerlo como empresario individual o por el contrario desear realizar el registro de algún tipo de sociedad.

Es importante tener en cuanta una serie de criterios, ventajas e inconvenientes tanto para convertirse en autónomo como para crear una sociedad y barajar las posibilidades con las que contamos. Por ejemplo los criterios más importantes que debemos considerar a la hora de elegir la forma jurídica de nuestra empresa o sociedad serían por un lado el dinero que vayamos a invertir en ella así como las responsabilidades ante posibles acreedores, si vamos a contar con algún o algunos socios que respalden y apoyen nuestra actividad, costes y el capital, llevar una organización fiscal y administrativa para que nuestra futura sociedad este bajo los mandatos que dicta la ley, etc.

Sean cuales sean nuestras intenciones de negocio es imprescindible contar con el asesoramiento profesional de un gestor para autónomos o empresarios e incluso contar con sus labores de administración y gestión legal para evitarnos cualquier incidencia o falta de información o documentación.